lunes, 11 de diciembre de 2017

ZÚÑIGAS


EL AMIGO ZÚÑIGA
 
               
A estas alturas de la vida, decir que voy a hablar del amigo Zúñiga, no extrañaría a nadie que me conozca. Desde que nací, en Béjar, he tenido un amigo Zúñiga, mejor casi un hermano, que vino al mundo dos meses antes que yo y ya me estaba esperando. Manolo vivía en el piso primero y yo nací en la planta baja del mismo edificio.


 Con Manolo Zúñiga y sus hijos Cristina y Manuel


Ya más mayorcito hice migas con su hermano José Antonio.




 Con José Antonio Zúñiga y José Ignacio Musons Zúñiga


        También empezaron a llegar los primos: Juanjo, Juan Ignacio… y, al llegar a Plasencia, igual: Ángela, José Ignacio, sin contar la amistad que llegué a hacer con los abuelos: Antonio, Ignacio, Juan José.

José Ignacio Solís Zúñiga



 Tia Manolita y tío Antonio Zúñiga

         Con todos ellos se puede decir que tuve una amistad “carnal”, es decir, los he considerado siempre como de la familia. Los llamábamos tío Antonio, tío Juan José…

        Andando el tiempo, cuando el cuerpo se me ha ido sosegando y me ha desaparecido la necesidad de salir de casa los fines de semana para hacer excursiones, descubrir nuevos comederos y bebederos, ir de caza, subir a la sierra…, he descubierto, poco a poco la felicidad del coche aparcado sábado y domingo, las horas tranquilas frente al ordenador sin que nadie te moleste descubriendo los entresijos de los árboles genealógicos propios y ajenos, a los que antes les hacía hasta ascos.
        Así, llegué a hacerme un montón de amigos virtuales. Todos Zúñiga y les fui colocando, a cada uno en su lugar, hasta completar un árbol genealógico que casi no cabe en el salón de mi casa, cuando se imprime.
        Pero no todo es virtual. A raíz de estas recopilaciones de Zúñigas, he entrado en contacto con personas estudiosas que me han aportado mucho y de los que he aprendido cantidad. Es el caso de Carmen Cascón y de Óscar Rivadeneyra, que saben “un montón” sobre Genealogías e Historia bejaranas, y lo cuentan.



 Carmen Cascón Matas


 Óscar Rivadeneyra Prieto


        A través de Carmen, tomé contacto con otro Zúñiga y, nada menos que un Zúñiga chileno. De Santiago de Chile.

        Jorge Zúñiga Rodríguez.
Tuvimos el primer contacto a raíz de la consulta de una dirección en Plasencia hace un par de años, y no lo hemos perdido  hasta hoy, que sigue.
        Como es un intelectual, me he aferrado a él y a sus conocimientos, sobre todo en lo referente al historial de los Zúñiga repartidos por el Mundo.
        Yo le mando cotilleos míos, chistes y pequeñas anécdotas y él me contesta con unas Historias documentadas que da gloria leerlas y que tengo archivadas para consulta. Mi memoria siempre ha sido muy floja y necesito de estos amigos para mantenerla viva.
        Pues bien, debido a esto y, a pesar de la distancia, le considero ya como Amigo Zúñiga. Bueno, entre nosotros, Amigo Jorge, pero es que no se puede separar el nombre del apellido.
        Simpático, campechano, erudito, comunicador, paciente y con alguna virtud más, es el carácter de mi Amigo Jorge Zúñiga, al que tengo el placer de hacer este pequeño homenaje en mi blog.
        Espero poder darte un abrazo físico algún día.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Sentimientos correspondidos desde Chile. Larga vida a Los Abdones.