domingo, 12 de octubre de 2014

LOS ABDONES

Artículo publicado en la revista Ferias y Fiestas 2014, de Béjar.

Vista a vuelo de pájaro de los establecimientos maquinarios de Geronimo Gomez y Compª.
JAVIER RAMÓN SÁNCHEZ MARTÍN – PROFESOR DE INGENIERÍA
LOS GOMEZ-RODULFO
La familia desciende de Juan Gómez Muñoz de la Peña, de profesión batanero, el cual contrajo matrimonio en 1785 con Polonia Rodulfo, descendiente de uno de los artesanos flamencos que llegaron a Béjar a finales del siglo XVII[1].
Juan Gómez se estableció como fabricante de paños en 1787 en un edificio de nueva construcción ubicado en el lugar conocido como "Los Picozos". De esta época es el edificio más antiguo del complejo, que está a la orilla del río y es el número 1 en el plano de Muñoz Amador, del que hablamos más adelante. En ese enclave ha permanecido la empresa hasta su cierre en 1998, más de 200 años después de su fundación.

A la muerte de Juan Gómez, ocurrida en 1806, continuaron el negocio sus hijos Juan y José Gómez Rodulfo. Juan quedó en Béjar al frente de la fábrica, llegando a ser uno de los más importantes fabricantes de paños de la villa en los primeros años del siglo XIX. Se casó con Teresa Hernández Bueno y tuvieron tres hijos: Jerónimo, Ruperto y Juana. El nacimiento de su primer hijo, Jerónimo Abdón Gómez (Rodulfo) Hernández[2], se produjo el día 30 de Julio de 1.809, en plena Guerra de la Independencia, estando refugiado el matrimonio en la falda de la Sierra (como muchos otros bejaranos), huyendo de los franceses. El parto tuvo lugar en una cueva no muy lejos del nacimiento del Río Cuerpo de Hombre, al sitio de Navamuño.

 Figura 1.-Jerónimo Abdón Gómez-Rodulfo Hernández (1809-1881).

Hacia 1839, al quedarse viudo, Juan decidió dejar los negocios en manos de sus hijos, poniéndose enseguida Jerónimo al frente de ellos. Jerónimo se casó con Ángela Yagüe López, hija de Julián Yagüe, acaudalado fabricante y hombre de negocios. Tuvieron ocho hijos, entre los que estaban Francisco y Jerónimo, continuadores después del negocio de fabricación de paños.

Jerónimo Gómez-Rodulfo Hernández era también hombre de proyección pública y participó activamente en la política local y provincial. Fue diputado provincial, alcalde de Béjar y presidente de la Comisión del Ferrocarril, de la Junta de la Casa de Caridad, del Patronato de la Escuela Industrial y de la Junta de Fabricantes. Y era él el que estaba al frente de la fábrica de los Gómez-Rodulfo en Picozos cuando se encarga el plano objeto de este estudio a Demetrio Muñoz Amador.

EL PLANO
El plano de los “Establecimientos maquinarios de Gerónimo Gómez y Compª”, como está titulado, lo debemos a Demetrio Muñoz Amador y está fechado el 15 de septiembre de 1870. Se trata del mismo autor que realizó en 1868 el plano de la fábrica de Rodríguez Arias[3], aunque el de Navahonda es más completo y con un número mayor de edificios y elementos fabriles, posiblemente debido a que la fábrica de los Rodríguez Arias era más importante en aquella época. Pero el que tratamos ahora constituye también un documento histórico muy interesante, que nos indica cómo era la empresa de Picozos cuando comenzaba el tercer tercio del siglo XIX.
Hay, además, un aspecto muy interesante de este plano que lo diferencia del de Navahonda. De hecho no es un plano como tal, sino un dibujo tridimensional en la mayor parte de los elementos, realizado en perspectiva militar. De modo que, al datar de 1870, es muy probable que sea de las primeras veces que alguien representa con una perspectiva de este tipo algún aspecto de la ciudad (el plano de Lirios de la Aliseda es diferente). Toda una osadía de Muñoz Amador después de dibujar el plano, mucho más convencional, de Navahonda[4].
En 1870, fecha del plano, hacía sólo dos años que se había producido la Revolución de “La Gloriosa”, que tan amplias consecuencias tuvo para Béjar. Faltaba también muy poco para la tercera guerra carlista, que dio mucho trabajo a sus fábricas mientras duró y que, al acabar, sumió a la ciudad en una terrible crisis.
El plano numera los distintos elementos, que iremos referenciando en los apartados que siguen a continuación.

LA PARTE DE ARRIBA DE LA FINCA
La Heredad de Picozos fue propiedad de los Duques y, posiblemente, además de cazadero pudo haber algún tipo de jardines, si bien más sencillos que los de El Bosque.
El actual predio de Gómez Rodulfo, hoy día de distintos propietarios, ocupa una superficie de 20.000 m2. Como puede verse en el plano, lo que hoy es la finca de la fábrica ocupaba en 1870 una superficie muy inferior y, sin embargo, disponía más abajo de una finca muy grande, la que después acogió al conocido como “Molino de Chencho”. De hecho, en el solar donde hoy está la fábrica sólo existía la antigua nave de planta rectangular y tejado a dos aguas que está ubicada en la orilla izquierda del río y en línea con él, la marcada como nº 1 en el plano, y que entonces “llevaban en arrendamiento los señores Lozano”. A pesar de que este edificio existía desde finales del siglo XVIII, cuando se elaboró el plano aún no se había subido una planta más, que es como puede verse en la actualidad. Un poco más arriba, marcado con el nº 5 estaba y está el puente llamado “Puente Seca”, sobre el río Cuerpo de Hombre.                 



Figura 2.- A la izquierda, los edificios y tendederos de paños, en el plano de 1870. A la derecha, la zona equivalente acotada por una línea roja, en la actualidad (extraído de: www.sigpac.jcyl.es/).

Como puede apreciarse en la figura 2 (derecha), a este edificio se le añadiría después otro en línea alineado con él, conservándose los dos en la actualidad recrecidos en un piso más.
En la figura 2 (izquierda) se observa un edificio, el nº 2, perpendicular al nº 1 en su parte de abajo, y que era un cobertizo para secar las cerrajas de las perchas. Adosado a éste estaba el nº 3, que era la habitación del casero. Enfrente de ellos estaban los tendederos “para enjugar los paños”, con el nº 4. Al norte, y marcado con el nº 23, está el camino para la subida a la Puerta del Pico y, con el nº 24, el camino para Barrioneila y las Olivillas. Ambos siguen existiendo en la actualidad, si bien son poco utilizados.
El borde derecho de los tendederos y limitando también con la casa del casero hay una valla que entonces separaba la propiedad del camino viejo de Cantagallo, camino que, como puede apreciarse, limitaba la expansión de la fábrica hacia el sureste. Precisamente fue éste el motivo de que Francisco Gómez Rodulfo López, conocido popularmente como “D. Paco”, llegara a un acuerdo con la Diputación Provincial de Salamanca en los años cuarenta del siglo XX, para variar el trazado de este Camino bordeando la fábrica por el otro lado, es decir, siguiendo la Carretera de Aldeacipreste. Ello a cambio de construir a su costa otro puente que hay unos cien metros río abajo del de Puente Seca, para permitir el enlace de la hoy día conocida como carretera de Aldeacipreste, que en la foto bordea la fábrica por su parte izquierda, con el Camino Viejo de Cantagallo.
Este acuerdo permitió a D. Francisco la construcción de nuevos edificios industriales en los terrenos que había adquirido al otro lado del Camino Viejo, quedando configurado el predio como es hoy en día (figura 2, derecha). En ella, la parte encerrada entre las líneas es aproximadamente la parte del predio actual que se corresponde con la superficie ocupada en 1870. Como puede verse, era una pequeña parte de la extensión que ocupa actualmente, bien entendido que en aquella época tenía otra parte sustancial un poco más abajo, y de la que ahora nos ocuparemos.

LA PARTE DE ABAJO DE LA FINCA
Es un hecho quizá poco conocido que la empresa de Gómez Rodulfo poseía en 1870 una gran extensión de terreno un poco más abajo, concretamente donde estuvo la fábrica de harina y derivados de Fulgencio García Galindo, más conocida como fábrica de “Chencho” (cuyo edificio se conserva) y todo el terreno colindante situado al norte, con los límites de la carretera de Aldeacipreste por el noroeste y el río Cuerpo de Hombre por el sureste. 

Figura 3.- A la izquierda, la finca de abajo como lo representa en el plano de 1870. A la derecha, la zona equivalente en la actualidad, acotada por una línea roja; a la derecha puede observarse la Depuradora (extraído de: www.sigpac.jcyl.es/).
Si nos referimos a esta figura 3 (izquierda), con el nº 6 está marcada la “entrada de la cerca de los edificios nuevos”, lo que parece indicar que esta parte del predio pudo ser adquirido con posterioridad a la que se ha descrito arriba. El nº 7 era la casa del guarda, el nº 8 los tendederos para enjugar los paños, el nº 9 un “plantío de chopos en terreno bueno para huerta, con riego del canal que conduce el agua al edificio de abajo”, el nº 10 el edificio de batanes, el nº 11 la casa del batanero, y el nº 12 marcaba la ubicación del desagüe del agua al río, cuando no hacía falta en el edificio nuevo.
El nº 13 corresponde a una fuente, el nº 14 la jabonería para los batanes, el nº 15 un cobertizo para secar las cerrajas de las perchas, y el nº 16 son unas cuadras. El nº 17 es el que llama el “edificio nuevo”, edificio existente en la actualidad y que responde a la tipología de fábrica de pisos a la orilla del río, tipología muy frecuente en Béjar. El nº 18 el local ocupado por la rueda hidráulica del edificio nuevo, el nº 19 la puerta de salida a la parte del Tranco del Diablo, el nº 20 un huerto, el nº 21 la cortina de los tendederos, y el nº 22 son las presas para la toma de aguas.

AGRADECIMIENTOS
A Ramón Gómez Rodulfo Delgado, por las facilidades dadas al autor para la reproducción del plano.



[1] Sánchez Martín, Javier R., “Industria Textil y Fábricas en Béjar”. Especial Béjar en Madrid (2005), pp. 22-37.
[2] Recomiendo visitar el Blog de Jerónimo Gómez-Rodulfo Barbero, en memoria de su antepasado Jerónimo Abdón: http://losabdones.blogspot.com.es/
[3] Ver Javier R. Sánchez, “La fábrica textil de Navahonda en un plano de 1868”. Discurso de Entrada en el Centro de Estudios Bejaranos (CEB). Edita CEB, Béjar (2012).
[4] Debo y agradezco esta observación a Óscar Rivadeneyra Prieto.



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