domingo, 10 de julio de 2011

MALA NOTICIA

FACUNDO CABRAL

Hoy estamos de luto.

Unos desgraciados criminales han asesinado al cantante argentino y mundial Facundo Cabral.

En este blog le teníamos especial cariño porque nos había inspirado algunas de nuestras "historias". Mejor dicho, se las hemos "fusilado", aunque no creo que este momento sea el mejor para introducir esta palabrota.

Facundo Cabral, que era un adalid de la Paz, ha ido a morir abatido por las balas criminales de de unos energúmenos que, con toda seguridad, no le habían ido a ver y escuchar a ninguno de sus conciertos.

Y si lo han hecho, por un oido les han entrado y por el otro les han salido sus reflexiones.







Facundo Cabral







A modo de homenaje, publicamos a continuación algunas de las reflexiones que hacía en sus largos conciertos:

Pregunté a un viejo Tarahumara porqué no usaban armas para defenderse de los cuatreros, y me dijo: Si las armas fuesen necesarias, habríamos nacido con ellas.

Me dijo un campesino chino: Si quieres ser feliz un día emborráchate, si quieres ser feliz una semana cásate, si quieres ser feliz toda la vida se jardinero.

Alguna vez me preguntó mi madre: ¿cuándo vas a dejar de pelear para comenzar a vivir?, ¡porque no se pueden hacer las dos cosas a la vez!.

Mi madre creía que el día del Juicio Final el Señor no nos juzgará uno por uno -ardua tarea- sino el promedio, y si juzga el promedio estamos salvados porque la mayoría es buena gente.

El bien es mayoría, pero no se nota porque es silencioso -una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye, hay millones de caricias que construyen la vida.

Diría mi madre: Si los malos supieran qué buen negocio es ser bueno, serían buenos aunque sea por negocio.

Facundo Cabral nació en un puerto argentino en mil novecientos treinta y siete, y desde que aprendió a caminar no se detuvo jamás.

Nunca se detuvo en ningún lugar, ni en la fama que, dice, es asunto de los demás, no mío, porque yo no vivo ni con ella ni por ella, la fama es un bullicio que sucede fuera de mi.

Cada mañana es una buena noticia, cada niño que nace es una buena noticia, cada hombre justo es una buena noticia, cada cantor es una buena noticia, porque cada cantor, es un soldado menos.

Todo esto y mucho más, lo aprendí de mi madre, se llamaba Sara, la elegí como madre por la misma razón por la que Dios la eligió como hija. Nunca pudo aprender nada puesto que, cada vez que estaba por aprender, llegaba la felicidad y la distraía. Nunca usó agenda porque hacía sólo lo que amaba y eso, se lo recordaba el corazón. Se dedicó sólo a vivir y no le quedó tiempo para otra cosa.

Me gusta volver a México, allí, en San Cristóbal de las Casas acudí al templo donde oran los Chamulas y me quedé perplejo. Cambiaron las ofrendas. Ahora le llevan al templo huevos de gallina y Pepsi-Cola. ¡Como si Dios no supiera que no hay nada como la Coca-Cola¡.

Dios tomó forma de mendigo y bajó al pueblo para acercarse a la casa del zapatero en que le dijo: “ Hermano, soy muy pobre, no tengo una sola moneda encima y mis sandalias están rotas, si tu me hicieras el favor.” A lo que el zapatero le respondió: “ Aquí todo el mundo viene a pedir y nadie a dar.” Dios le dijo: “Yo puedo darte todo aquello que tú necesites.” ¿Tú podrías darme un millón de dólares para que yo fuera feliz?. Yo puedo darte diez veces más que eso a cambio de algo; a cambio de tus piernas. A lo que el zapatero le respondió: “Para qué quiero yo diez millones de dólares si no voy a poder caminar sólo”. Puedo darte, continuaba el Señor, cien millones de dólares a cambio de tus brazos. El zapatero, inquieto le dijo: “¿Qué puedo hacer yo con cien millones de dólares si no voy a poder comer solo?.”El Señor le hizo la última tentativa al zapatero. Te voy a dar mil millones de dólares a cambio de tus ojos. El zapatero, asustado ante el mendigo le respondió: “ Qué hago yo con mil millones de dólares si no puedo ver a mi mujer, a mis hijos, a mis amigos.”El señor le dijo: “Ah, hermano, hermano, qué fortuna tienes y no te das cuenta”.

Mi hermano trabajaba en correos y un día le pidió dos horas de permiso a su jefe y éste se las negó. Mi hermano le dijo: “Mire usted, es que voy a ser padre. El jefe le dijo, haber empezado por ahí. Tómese el tiempo que quiera y que le vaya bien. Como a las cinco horas regresaba mi hermano y el jefe le dijo: “ ¡Qué, niño o niña?. “Que se yo, viejo, ahora hay que esperar nueve meses.”

Un marinero le dijo a mi abuelo: “Si me das cuatro hierros te construyo un barco.” Y mi abuelo le respondió: “ Si tú me das a tu hermana, te hago la tripulación.”

Mi hermano fue comunista hasta que el capitalismo le dio una oportunidad. Y es comprensible: el joven que no es socialista no tiene futuro y el adulto que no es conservador es que no tiene cabeza.

Mi hermano decía que el dinero no hace la felicidad, pero la pobreza menos, así que decidió pasar esta desdicha que es la vida, con comodidad.

Mi sobrino escuchó a su padre que un día le dijo: “ Siéntate ahí que vamos hablar del sexo.” Mi sobrino, con doce años, se quedó mirando a su padre y le dijo: “ ¿Qué quieres que te explique, papá?”

Estábamos un día en Nueva York y, a la salida del teatro Lincon Center, se me acercó un periodista y me espetó: “ Señor CabraL. Yo estoy de acuerdo en todo lo que usted ha dicho esta noche, excepto en que Dios es siempre justo. Si Dios fuera siempre justo, usted debería tener tanta difusión, tanto éxito como Julio Iglesias.” A lo que yo le respondí: “ Claro que Dios es siempre justo. Julio Iglesias tiene más difusión, más éxito que yo puesto que necesita del dinero mucho más que yo para vivir. Yo, que necesito más libertad que Julio para vivir, por eso Dios me hizo más libre.”

América, Estados Unidos, es el único lugar del mundo donde uno puede ser un mal actor y un mal presidente, todo a la vez. Allí, en Estados Unidos, los negros se hacen boxeadores para poder pegarles a los blancos¡ ¡legalmente¡¡.

Mi tío, que sabia casi todo, me dijo un día: “ Si nos sacaran todas las pendejadas que nos han enseñado, por lo menos seríamos Octavio Paz.”.

Mi tío me decía que fue seis años a la escuela, ¡ pero nunca entró¡.

La gente es todo lo vieja que quiera ser. He visto algunas muchachas con 20 años y estar totalmente envejecidas, por el contrario, conozco a una muchachita con 83 años, Teresa de Calcuta, que nos enseña a vivir todos los días.

Un negro en la nieve es un blanco perfecto.

Si amas al dinero a lo sumo llegarás a un banco, pero si amas a la vida, seguramente llegarás a Dios.

Me gusta volver al Ecuador y sentarme frente al Coto-Patchi, el volcán sagrado, principalmente en sábado. Me gusta volver a Calcuta porque ese es el centro de la Madre Teresa. Me gusta volver a España, porque allí reina la alegría.

Un día, al volver a mi pueblo me encontré a mi hermano llorando porque lo había abandonado su mujer. Mi madre me preguntó que cuantos habitantes habrán en el mundo. No lo se con exactitud, le dije, pero se calcula que habremos unos cinco mil doscientos millones de personas en el mundo. Y dijo mi madre: “ Y con tantos miles de millones de personas que hay en el mundo, hay algunos que lloran por uno solo. Es como si tuviera uno cinco mil millones de pesos y lloraras porque has perdido un peso.”

Escapa de los que compran lo que no necesitan, con dinero que no tienen, para agradar a gente que no vale la pena.

La maestra de mi pueblo se llamaba Dorotea. Era muy respetada por todos. ¡ Por eso se marchó del pueblo, para ver si tenía más suerte!.

Mi pueblo tenía una sola calle. Un día, un alcalde progresista, dijo que la calle sería de dirección única. Así que los que nos fuimos, nunca pudimos volver sin cometer una infracción.

La ignorancia es un modo inconsciente del mal.

Mi abuelo persiguió a las muchachas hasta los noventa años. Pero ya no se acordaba para qué.

Usted bebe mucho, le dijo el médico a mi abuelo que tenía el mal de parkinson. Y mi abuelo le dijo: no crea se me cae bastante.

Somos hijos del amor, por lo tanto no es difícil sospechar que nacemos para la felicidad. Fuera de la felicidad son todo pretextos. Además debemos ser felices por nuestros hijos, pues nada hay como recordar padres felices.

Somos hermanos de Demócrito, el que se hizo quemar los ojos para poder pensar; porque decía que el mundo era tan bello que lo distraía.

La pobreza no es una virtud, salvo que favorezca tu libertad.

El conquistador por cuidar su conquista, se convierte en esclavo de lo que conquistó. Es decir, que jodiendo se jodió.

Por el mundo caminado, he podido comprobar que el que fácilmente halaga, fácilmente insultará.

El amor nunca se muere, sólo cambia de lugar.

Tienes un cerebro como Einstein, tienes un corazón como Jesús, tienes dos manos como la Madre Teresa, tienes una voluntad como Moisés, tienes un alma como Gandhi, tienes un espíritu como Buda. Entonces, cómo puedes sentirte pobre y desdichado.

No hay que ser pobre para alegrar a Dios, porque el Señor no tiene problemas sociales. Por eso el sol y la lluvia son para todos.

Nunca voy con los que lloran y siempre con los que cantan. Los paisanos de mi pueblo cuando tienen un dolor, en lugar de andar llorando, cantan debajo del sol.

La sociedad humana esta tan mal por las fechorías de los malos, como por el silencio cómplice de los buenos.

Bienaventurado el que sabe que compartir un dolor es dividirlo y compartir una alegría es multiplicarla.

Olvidar cosas malas, también es tener buena memoria, decía Martín Fierro. Yo digo: el olvido es una gentileza de Dios.

Siempre, con lo que tengas, se puede, se debe empezar de nuevo.

Tenemos el deber de ser felices.

El Señor no nos va a preguntar que hicimos con el dinero, sino qué hicimos con la alegría, inevitable para vivir.

La vida es hambre o festín. Tú eliges.

Para vivir mejor, hay que ser mejor.

Nadie puede hacerlo por vos.

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