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El pasado domingo, 4 de Abril, se pasó por Plasencia la doctora en Ciencias Geológicas, y Abda, María Asunción Carnicero Gómez-Rodulfo para señalarme las zonas por las que discurre la famosa Falla de Plasencia, conocida en los ambientes geológicos también como el Dique Plasencia-Alentejo.
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Se trata de una falla producida por un corte en el terreno, de anchura variable que oscila entre 20 y 300 metros y que es parcialmente visible desde las proximidades de Barco de Ávila hasta el bajo Alentejo, en Portugal.
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Se trata de una falla producida por un corte en el terreno, de anchura variable que oscila entre 20 y 300 metros y que es parcialmente visible desde las proximidades de Barco de Ávila hasta el bajo Alentejo, en Portugal.
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Bloque de diabasas soportando el pilar de un puente, en el río Jerte
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Generada hace millones de años, fue rellenada por una roca magmática llamada Diabasa y es fácilmente visible en esta zona, cruzando el río Jerte, bajo la muralla y la Catedral de Plasencia, en Grimaldo, Cañaveral, etc.
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Otro bloque de diabasas en estado de descomposición, junto a la carretera del Valle, en Cabezuela
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Es un accidente geológico de primer orden, completamente desconocido para los no iniciados.
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Aprovechando el buen día, hicimos una visita a la Cueva de Boquique, en el Berrocal del Puerto, en Plasencia. Quizá porque nos tira lo de las cuevas, después de que nuestro tatarabuelo naciera en una en Béjar.
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Es una cueva similar a la de Navamuño, aunque algo más grande. Es decir, está formada por grandes bloques de granito apoyados unos sobre otros dejando un hueco que sirvió en numerosas ocasiones de refugio y de vivienda.
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Vista de la Cueva de Boquique
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La Cueva el día de la visita
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En este caso, esta es famosa porque se encontraron restos arqueológicos de la Edad del Bronce, entre ellos algunas vasijas decoradas con un dibujo muy específico, encontrado luego en más zonas de España y que se conocen con el nombre genérico de Cerámica de Boquique.
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Fragmento de una vasija de Cerámica de Boquique
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Dibujo de Cerámica de Boquique
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Pero esta cueva es más conocida por haber albergado, entre otros, a un personaje que ha pasado como bandolero, cuando fue un militar rebelde.
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El historiador Fernando Flores del Manzano le define así:
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“En la primera mitad del siglo XIX nació y vivió en Plasencia un militar valiente y muy ideologizado. Se llamó Mariano Ceferino del Pozo, aunque popularmente era conocido por el sobrenombre de "Boquique". Fue éste un patriota entusiasta durante la guerra de la independencia y posteriormente, dirigió una partida de paisanos que perseguían a los muchos facinerosos que pululaban por la franja alto extremeña. Su contribución fue determinante en el exterminio de una de las cuadrillas de bandoleros más crueles que asoló nuestro territorio: Los Muchachos de Santibáñez.
“En la primera mitad del siglo XIX nació y vivió en Plasencia un militar valiente y muy ideologizado. Se llamó Mariano Ceferino del Pozo, aunque popularmente era conocido por el sobrenombre de "Boquique". Fue éste un patriota entusiasta durante la guerra de la independencia y posteriormente, dirigió una partida de paisanos que perseguían a los muchos facinerosos que pululaban por la franja alto extremeña. Su contribución fue determinante en el exterminio de una de las cuadrillas de bandoleros más crueles que asoló nuestro territorio: Los Muchachos de Santibáñez.
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Llegado el Trienio Constitucional (1820-1823), "Boquique" se sumó a la causa realista y se echó al monte. Temeroso de que los liberales acabaran con él, se mantuvo escondido en la citada cueva de Valcorchero durante 11 meses, hasta la recuperación de la ciudad para la causa absolutista en mayo de 1823, por parte del cabezueleño Santiago Sánchez de León. En la década ominosa (1823-1833) "Boquique" se mantuvo próximo a la ideología de los denominados apostólicos, perteneciendo al grupo de los voluntarios realistas más exaltados de la ciudad.
Llegado el Trienio Constitucional (1820-1823), "Boquique" se sumó a la causa realista y se echó al monte. Temeroso de que los liberales acabaran con él, se mantuvo escondido en la citada cueva de Valcorchero durante 11 meses, hasta la recuperación de la ciudad para la causa absolutista en mayo de 1823, por parte del cabezueleño Santiago Sánchez de León. En la década ominosa (1823-1833) "Boquique" se mantuvo próximo a la ideología de los denominados apostólicos, perteneciendo al grupo de los voluntarios realistas más exaltados de la ciudad.
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Tras el fallecimiento de Fernando VII, "Boquique" se muestra como un combativo antiliberal y a favor del carlismo. Las autoridades isabelinas lo vigilaban estrechamente. Pese a ello, en Plasencia se trama una conspiración carlista, que de haber triunfado hubiera tenido un alcance preocupante, alentada por el alto clero (obispo Varela y bastantes canónigos y prebendados). El apoyo popular y militar lo prestaron tres facciones: la del Valle del Jerte, capitaneada por Alonso Muñoz; la de Hervás, por Sánchez Matas; y la de la propia ciudad, que dirigía "Boquique", en su condición de oficial retirado. La partida carlista de Plasencia tenía su escondite en la cueva de Valcorchero, tan conocida por su jefe. La noche del 6 de marzo de 1834, José Gordon - responsable de la subdelegación policial y el más esforzado defensor del liberalismo en la Plasencia de aquellos delicados momentos - tuvo conocimiento de que la facción carlista se encontraba en Valcorchero y hacia allí se dirigió con un grupo de soldados. El factor sorpresa fue determinante. Los partidarios de "Boquique" fueron apresados en medio de una tempestuosa noche, con escasa resistencia armada.
Tras el fallecimiento de Fernando VII, "Boquique" se muestra como un combativo antiliberal y a favor del carlismo. Las autoridades isabelinas lo vigilaban estrechamente. Pese a ello, en Plasencia se trama una conspiración carlista, que de haber triunfado hubiera tenido un alcance preocupante, alentada por el alto clero (obispo Varela y bastantes canónigos y prebendados). El apoyo popular y militar lo prestaron tres facciones: la del Valle del Jerte, capitaneada por Alonso Muñoz; la de Hervás, por Sánchez Matas; y la de la propia ciudad, que dirigía "Boquique", en su condición de oficial retirado. La partida carlista de Plasencia tenía su escondite en la cueva de Valcorchero, tan conocida por su jefe. La noche del 6 de marzo de 1834, José Gordon - responsable de la subdelegación policial y el más esforzado defensor del liberalismo en la Plasencia de aquellos delicados momentos - tuvo conocimiento de que la facción carlista se encontraba en Valcorchero y hacia allí se dirigió con un grupo de soldados. El factor sorpresa fue determinante. Los partidarios de "Boquique" fueron apresados en medio de una tempestuosa noche, con escasa resistencia armada.
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Mariano Ceferino del Pozo y sus secuaces fueron reducidos, encarcelados y se les abrió un largo proceso judicial, en el que estaban encausadas más de cuarenta personas, pertenecientes a diferentes estratos sociales de la ciudad.
Mariano Ceferino del Pozo y sus secuaces fueron reducidos, encarcelados y se les abrió un largo proceso judicial, en el que estaban encausadas más de cuarenta personas, pertenecientes a diferentes estratos sociales de la ciudad.
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Sin embargo, la tradición oral, tan alejada casi siempre de la realidad histórica, recreó legendariamente los hechos. Y supone que "Boquique" fue un bandido temible, que decidió, antes de que le detuviese la justicia, quitarse la vida, colgándose de una cuerda en la entrada de la cueva de Valcorchero. Ésta quedó ligada para siempre a este personaje placentino y lleva su nombre desde entonces.”
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Sin embargo, la tradición oral, tan alejada casi siempre de la realidad histórica, recreó legendariamente los hechos. Y supone que "Boquique" fue un bandido temible, que decidió, antes de que le detuviese la justicia, quitarse la vida, colgándose de una cuerda en la entrada de la cueva de Valcorchero. Ésta quedó ligada para siempre a este personaje placentino y lleva su nombre desde entonces.”
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Inicio de la familia Cid Sánchez-Matas
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Vemos que un Sánchez Matas, de Hervás, capitaneó una facción carlista. Seguramente tendría algo que ver con los Sánchez Matas que emparentaron con nuestros Cid, para convertirse en Abdones.
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2 comentarios:
Excursión científica ésta que hicistes, Jero, y además con muy buena compañía. Espero que la podamos repetir un día contigo como maestro de ceremonias.
Un beso
Hay en nuestra zona una enorme cantidad de cosas interesantísimas que no conocemos y nos vamos al quinto pino para ver otras que ni nos van ni nos vienen. Por eso me gustan las excursiones de Los Pinreles.
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